El juego de cuatro cuerdas ofrece un sonido potente, compensado y con una respuesta bastante rápida,
La primera cuerda destaca por la calidez de su sonido, especialmente en el registro agudo donde el instrumento tiende a perder algo de calidad. Del mismo modo, no existe mucha diferencia de brillantez entre la primera y segunda cuerda, algo muy común en el violonchelo.
Destaco la resonancia de las cuerdas, favoreciendo la respuesta de los armónicos naturales.
Las cuerdas graves, G y C, tienen un sonido noble, profundo y potente. No resulta difícil realizar cambios dinámicos.
Necesito más tiempo para comprobar la durabilidad de las cuerdas, pero estoy satisfecho.