Es lo que es: un Rickenbacker 4003. O te gusta (y entonces te encanta) o no te gusta (y no puedes entender cómo hay gente que lo compre). Yo pertenezco al primer grupo. Bajo genial, con personalidad y carácter a raudales. Pero hay que saber entenderlo. No puedes adaptar este bajo a tu forma de tocar. Al contrario, tienes que adaptar tu forma de tocar al bajo.
Compré mi primer bajo en 1979, cuando tenía 15 años. Fue una copia japonesa del 4001S en fireglo. Desde entonces he tenido muchos bajos, de todo tipo, marcas y precios. Aunque conservo el de 1979 lo tengo ultratuneado, y cuando salió a la venta la versión S del 4003 (con los dots y sin el binding, igualito que mi primer bajo), no lo dudé y fui a por él. Magia pura.