Llevo una semana con el instrumento y habiendo tenido la oportunidad de probarlo en la orquesta, ópera y banda, con distintos repertorios y escenarios, puedo decir que estoy encantado. La respuesta es fácil e inmediata. El sonido está centrado, compacto, denso y oscuro (aún habiendo pedido la campana amarilla), pero no cuesta hacerlo brillar si se desea. La articulación es muy directa, con lo que elimina muchas tensiones en el uso de la lengua. Los transpositores son rápidos y silenciosos. La funda compacta para campana cortada está estupenda. La verdad es que, efectivamente, ocupa lo mismo (o muy poco más) que una viola.
Finalmente, el servicio por parte de Thomann, como siempre, una delicia.