El sonido de los platillos es impecable tanto en estudio como en vivo.
A mi punto de vista, el paquete más completo que puede ofrecer Zildjian gracias a que incluye variantes de la línea A Custom, y esto mismo se nota en el sonido que da cada elemento. El hi-hat al ser de la línea mastersound en recintos de tamaño mediano se llega apreciar el sonido al abrir y cerrarlo. El crash EFX ayuda notablemente a darle más dinamismo a los ritmos al tocar, y aparte es muy versátil en la funcionalidad dada. El ride posee un excelente sonido, al intentar usarlo como crash cumple, pero no su fuerte.
Si quisiera encontrar un detalle en estos platillos sería únicamente lo fácilmente que se ensucian por ser tipo espejo, pero esto es algo ya bien sabido de los platillos brillantes; solo habría que tener precaución a la hora de utilizarlos, tanto como para transportar o tocar.